22/3/09

Aún no hemos leído a Raymond Carver




Puede que no hayamos leído nunca a Carver, que sólo hayamos leído a Gordon Lish, su editor. Lish es el autor del estilo de Carver, de lo que nosotros considerábamos que era el estilo de Carver: le recomienda usar 5 palabras donde utiliza 15 y no suficientemente satisfecho, poda los escritos de Carver, corta fragmentos, adelanta el final de sus cuentos y modifica esos finales. El libro "De qué hablamos cuando hablamos de amor", es el resultado de que Lish redujera a la mitad el número de palabras originales y reescribiera 10 de los 13 finales de los cuentos del libro. Pensaba que Carver utilizaba demasiadas palabras.

Según Alessandro Baricco (autor de Seda), que revisó algunos manuscritos de Carver, dice que este autor «construía paisajes de hielo pero luego los veteaba de sentimientos, como si tuviera necesidad de convencerse de que, a pesar de todo aquel hielo, eran habitables.» Sentimientos que a Lish le parecían edulcorados y que suprimía.

¿Nos habría gustado más o nos habría gustado menos el Carver sin podar? ¿Podemos considerarlo así, podado, pulido? ¿O se trató de una amputación y un abuso? ¿Fue Lish el cuidadoso editor que todo autor necesita o pigmalión de Carver?