15/9/09

Ramas sin tronco


Esta mañana he leído en el periódico que Gonzalo Suárez anda escribiendo un libro que ya tiene 300 páginas, pero que aunque "tiene las ramas, aún no tiene tronco" (más o menos, y para el caso sirve).
Las casas puede que no puedan empezarse por el tejado (que no sé si hoy no se podría), pero los libros se pueden escribir teniendo ramas sin tronco, teniendo troncos sin ramas, teniendo exclusivamente una semilla (una idea), determinando el final antes de empezarlo, o sin él, incluso me parece que cabe empezarlos a escribir sin tener muy claro el principio. Es otra de las maravillas de la Literatura.