En su libro "Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer", escribe sobre la falsedad embaucadora y fraudulenta de las sonrisas profesionales. También hay sonrisas no profesionales que como el maquillaje, se adoptan porque nos rejuvenecen, nos hacen parecer más simpáticos; no son sonrisas profesionales pero tampoco son verdaderas sonrisas.
Los libros también pueden sonreir profesionalmente.
6/11/08
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