13/7/07

No se escribe, se limpia.


…”Y abajo, después de mucha tierra, muchos caparazones de insectos, muchas hojas, muchas raíces, muchas piedras, el libro. Que no se escribe, se limpia. Una ocupación de minero sin linterna en la frente hasta encontrarnos con las personas y nosotros en medio de ellas. Una profesión de silencio hasta que nos toquen las voces. ¿De qué trata su libro? No sé de qué tratan mis libros, no sé para qué sirven. No es eso lo que me interesa. No hablo sobre ellos porque no me es posible hablar sobre ellos. Son máquinas que se me escapan. Aparatos de los que no tengo el manual de instrucciones. Son mi desánimo y mi alegría. ¿De qué trata su libro? Pues bien, para empezar ni siquiera es mío. Andaba por ahí, lo capturé. Es decir, lo fui capturando a medida que lo escribía. Es un error leerlos, me parece. Se deben husmear como hacen los animales e ir excavando, excavando. Antonio Lobo Antunes, Traducción de Mario Merlino, Babelia 30/06/2007

No hay comentarios: